A nosotros los hombres también se nos da amor, también se nos sorprende todos los jodidos días, también se nos abraza como a un libro preferido, también se nos besa desprevenidamente. A los hombres también se los pierde, y no, a quienes lean esto, no anden generalizando la desgracia de un machismo que se alimenta de imbéciles depravados, que no conocen el significado básico de la caballerosidad.
Me pregunto: ¿Por qué hay tantos vacíos dentro de mis silencios?
Y me siento sumergido dentro de un mar de sombras, intento dispersarme con mis letras y desaparecer. ¿Por qué ella me destrozaría? ...Acaso no intuía que mis quemaduras, eran provocadas por abrazar sus armaduras, aquellas de dulce veneno sombrío. Sin embargo, esta noche soy yo quien dirige tu marioneta, esta noche me encamino hacia un poco de calor entre las sombras, aunque, me sabe a frío cualquier abrigo. Hoy trasnocho donde ellas dicen, porque intentar salir me será imposible, así que me acerco a ellos un poco más, y disponen sobre mi una fila inagotable de besos y caricias provocando mi caída inevitable... No puedo arrepentirme, ya es demasiado tarde.
Te enamoraste de un hombre inteligente, de esos cuando hablan te dejan encantada, de mirada fuerte, de esas que se clavan y te producen cosquilleo, de los que tienen una sonrisa grande y encantadora. Te enamoraste de un hombre con manos grandes y sutiles, de esas que te tocan y te desarman por completa. Te enamoraste de un hombre apasionado, de esos que te desnudan, no de cuerpo sino de alma, de los que te llevan al paraíso...de los que se quedan en el corazón.
Por si no te vuelvo a ver...quiero que sepas que hasta el final de mis días, volverte a ver, seguirá siendo mi más grande anhelo.
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