Comenzaré diciendo aquellos defectos que poseo, podría contarte que soy mayormente un desastre, suelo dar mil vueltas a las cosas, que siempre apuesto a perder, aunque luego por la mínima explote, un pesado en ocaciones, a veces no hay Dios quien me aguante. Soy experto en hacer daño sin darme cuenta, me callo demasiadas cosas, que pienso demasiado. Que tengo que estar triste mínimo un día a la semana casi por costumbre, cometo mil errores al día aunque me arrepienta al instante. Exacto, que compartir tu vida conmigo sería como permanecer en un bosque lleno de oscuridad y penumbras.
Sin embargo, ¿Sabes una cosa?
…Nadie te abrazará por las noches con tantas ganas, nadie se quedará mirando como duermes. Nadie será capaz de aprenderse el diccionario de tus silencios de memoria, o de saber que quieres decir cuando no dices nada. Nadie será capaz de hacer sonreír a tu tristeza, o de desenrollar ese par de alas que tienes dibujadas con tinta invisible entre tu espalda. Dudo que alguien sienta lo que yo siento cuando te veo, aunque no me hayas dado la oportunidad de demostrarlo. Dudo que vean en tus ojos, ese algo que veo yo. Dudo que te quieran tan fuerte... Tan verídico y complejo.
Tal parece que aún siendo un saco lleno de defectos tengo una virtud, y esa es quererte, quererte a mi manera: con desilusiones, con dudas, con miedos, con discusiones… Pero quererte al fin y al cabo como no he querido a nadie.
Ya te lo había dicho.
Podrán quererte mejor, pero más… lo dudo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias, ¿Has leído alguno más? :)