Nuestra vida es un regalo. Lo acepto. No importa cuán jodido o doloroso parezca. Algunas cosas van a salir bien otras no tanto, como si estuvieran destinadas a ocurrir… Como si estuvieran hecho lo uno para lo otro.
¿Cuándo tiras la toalla, admites que una causa perdida es solo eso? Hay un momento en el que se convierte en demasiado. Cuando estamos demasiado cansados como para luchar más… nos rendimos. Aquí es cuando empieza el verdadero trabajo para encontrar esperanza donde parece no haber absolutamente nada.
Estamos diseñados para permanecernos vivos: Cabezas duras, corazones fuertes, sentidos agudos. Y cuando fallamos... Somos lo suficientemente arrogantes como para pensar que podemos salvar a todo el mundo. Perder no es fácil. Vivir es mejor que morir, sólo hasta que no lo es. Pero aunque dejar morir a una persona sea lo correcto, no es para lo que existimos. Somos arrogantes y competitivos. No nos gusta perder, y la muerte parece una pérdida aunque sepamos que no lo es.
Sabemos que es el momento, sabemos que es correcto, sabemos que hicimos lo que pudimos. Está bien. Pero es difícil deshacerte de la sensación de que pudimos haber hecho algo más.
AudioRelatos ► goo.gl/9GX7U3
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias, ¿Has leído alguno más? :)