Hace unos días recordé aquella carta que me escribiste, ahora recuerdo, que no he vuelto a recibir ninguna más tuya, pero eso no importa para escribirte hoy.
En realidad no tengo mucho que contarte, más de lo que ya sabes, simplemente los exámenes que ya los tengo encima, que me afligen y apresuran por las mañanas. Sin embargo, hoy es un día especial... y quería recodártelo. Quiero decirte que te quiero, que estoy contento contigo, que me siento satisfecho de ti.
Me siento orgulloso de llamarte mi amiga, mi mujer, mi chica. No puedo arrepentirme de quererte. Sé que eres inocente y noble. Y sé que tu amor no me traiciona. Me gustas por linda y por buena. Y por saber quererme. Yo sé que en ti puede descansar mi corazón.
Sé, que al igual que mis pensamientos, no puedes alejarte. Por que eres como ellos, que inundan mi corazón.
Ahora te deseo y te quiero, pero no me aflige ni la distancia ni el amor. Pasará un tiempo y estarás de nuevo a mi lado; pasarán todas las ausencias que nos esperan en la vida, y siempre estarás a mi lado, no podremos dejar de estar juntos; yo bebiendo de ti todo el amor que necesito, y tu encontrando en mí todas las fuerzas que te faltan.
Somos necesarios el uno del otro; eso es todo. Ambos nos damos vida; y fuera de los dos toda intención se frustra.
Debemos aceptarlo así y alegrarnos por ello. Yo, de verdad, me alegro. Me alegro de ti y de haberte conocido.
Es posible que te haya hecho daño muchas veces. Es posible que aún te haga más mal. Pero quiero pedirte que todo lo perdones. Yo siempre he querido estar seguro de que me quieres como soy, y entonces me he propuesto ser como soy. Nada me ha detenido. Nada podría tampoco hacerme falso, distinto. Muchas veces me he puesto a pensar aquello de Neruda: "Amor que quiere libertarse para volver a amar". A mi me ha pasado muchas veces, siempre me pasa. Quiero quererte libremente, yo mismo.
Todo lo que trata de detener mi amor, de hacerlo otro, de encerrarlo, ya sea por una condición social, una caricia cerrada, o una costumbre, todo eso me mortifica y, me hace huir. Pero tú sabes ya la clave del regreso: Tu humildad, tu fe. Tu misma. No lo olvides. Sabes bien que mientras tú seas tú yo seré tuyo.
Que giro alrededor de tí, que solo en tí he encontrado paz y alegría.
Y que muchas veces me voy, sólo porque quiero volver.
Que estés guapa y linda. Y que en este día especial me quieras tanto, casi tanto como te quiero yo.
Con cariño Iván.
<<2006>>
AudioRelato [Abril 27] ► goo.gl/eAkS2d
Nota Facebook ► goo.gl/I4UFKe
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias, ¿Has leído alguno más? :)